"El teatro es para valientes". La afirmación, contundente y directa, pertenece a la directora y actriz Lilian Mirkin, responsable del Grupo de Teatro de Niños y Jóvenes del Ente Cultural. La agrupación mostrará este fin de semana dos producciones de su propia factura: "Espantapájaros" (niños) y "Absurdas pasaderas" (jóvenes).

Mirkin -dirige el organismo desde el año pasado- afirma que este año hubo una renovación cercana al 50% de los integrantes. "Creo que muchos de los chicos se dieron cuenta de que esto exige mucho y que es más que un espacio de diversión. El teatro tiene que ver con un espacio propio, interno, ligado al autoconocimiento y a la exploración profunda de uno mismo y de los otros. Es un proceso grupal en el que se pone en juego la confianza", explicó.

La actriz sostuvo también que su labor apunta a hallar una estética grupal, aunque esta tiene que ir construyéndose de a poco, atada a la mirada del director. "Este año, con los más grandes, el proceso surgió enteramente de ellos, y yo me encargué de ordenar, cerrar, marcar los ritmos y las nociones básicas. Las consignas y pautas las puse yo, pero ellos fueron armando la cosa", graficó.

Según Mirkin, "Absurdas pasaderas" es un cuelgue, y revela que el título surge de un ejercicio inventado. "Tiene que ver con la acción y la reacción, además de una dinámica de infinitas posibilidades. El término surge de los propios chicos y alude a dos seres que se encuentran en un mismo paso, un pasaje, una calle", afirmó.

Los jóvenes actores -de 13 a 17 años- exploran en esta puesta sus capacidades expresivas desde el gesto corporal, dando forma a situaciones absurdas, cómicas, poéticas y dramáticas.

El niño perdido

En tanto, "Espantapájaros", de los autores tucumanos Nicolás Aráoz y Ana Di Lullo, se presenta por segunda vez en la provincia. La obra se estrenó en 2001, bajo la dirección del propio Aráoz y con actores profesionales. Ahora la aborda el grupo infantil del Ente.

Cuenta la historia de un niño (Ulises) que un día se pierde en el campo, donde entabla una nueva relación con la naturaleza tras encontrarse con un espantapájaros. Hay un relato a cargo de niños actores, quienes también interpretan la historia, complementada con la proyección de dibujos que ellos mismos realizaron.

"No creo en el talento, creo en el trabajo y en la dedicación, o sea en el amor que uno pone en la actividad", concluyó Mirkin. Desde fines de octubre, la directora sumó en su grupo a Vanesa Neumann (clases de clown y asistencia) y a Fernando Flores Blasco (música).